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En la industria alimentaria de hoy, la seguridad ha adquirido una nueva urgencia, y está claro por qué. Como alguien involucrado en el comercio global de productos frescos y alimenticios, me he dado cuenta de lo fundamental que es la transparencia. Según un informe de 2024 de los CDC, aproximadamente 48 millones de personas en los EE. UU. son afectadas cada año por enfermedades transmitidas por alimentos. Es una cifra impactante: 48 millones de personas enfrentando riesgos graves para la salud.
Estos datos destacan la necesidad de más transparencia y responsabilidad en nuestras cadenas de suministro de alimentos. Asegurar que los alimentos en nuestras mesas sean seguros no es solo un requisito regulatorio, sino que se trata de confianza y responsabilidad. Pero sabemos que esto es más fácil decirlo que hacerlo.
El Nuevo Desafío: Regla 204 de la FSMA
Foro FSMA en IFPA 2024
La próxima Regla 204 de la FSMA (Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria), programada para entrar en vigor en 2026, representa un cambio importante para la industria. Esta nueva regla requiere una mayor trazabilidad a lo largo de la cadena de suministro de alimentos para asegurar que, si algo sale mal, se pueda identificar y abordar rápidamente. Sin embargo, la realidad es que la cadena de suministro es vasta y compleja. Desde agricultores en un país hasta minoristas en otro, cada paso puede sentirse como un mundo distinto, con su propio conjunto de sistemas, procesos y desafíos.
La verdadera pregunta es, ¿cómo conectamos los puntos? Cumplir con la normativa es un gran objetivo, pero la fragmentación en la cadena de suministro hace que lograr ese nivel de trazabilidad sea un desafío importante.
Cada eslabón en la cadena, desde el agricultor hasta el proveedor logístico, el distribuidor y finalmente el minorista, a menudo opera con sistemas y tecnologías diferentes. No existe un enfoque universal para gestionar los datos de seguridad alimentaria, lo que dificulta rastrear rápidamente la fuente de un problema cuando algo falla. Esta complejidad se agrava aún más por el hecho de que los Estados Unidos importan aproximadamente el 15% de su suministro total de alimentos de más de 200 regiones y territorios. Con una red de proveedores tan vasta y diversa, rastrear y garantizar la seguridad de cada producto se convierte en una tarea monumental.
La fragmentación no solo ocurre a nivel geográfico. La naturaleza global de la cadena de suministro de alimentos introduce capas de complejidad en los marcos regulatorios, estándares operativos y protocolos de comunicación. Un productor en América Latina puede estar siguiendo un conjunto de pautas diferente al de un distribuidor en Asia o un minorista en los Estados Unidos. Incluso dentro de la misma región, las partes interesadas pueden estar utilizando tecnologías, formatos de datos o procesos incompatibles. Esta falta de armonización puede causar retrasos en la comunicación y complica los esfuerzos para rastrear productos hasta su origen en caso de una falla de seguridad.
Además, los proveedores más pequeños pueden no tener los recursos para implementar sistemas sofisticados de trazabilidad, lo que añade más complejidad. Esto crea un sistema de dos niveles, donde los actores más grandes pueden cumplir con estándares más altos, mientras que los más pequeños luchan por mantenerse al día. Sin una integración fluida de estos diversos componentes, los riesgos de seguridad alimentaria pueden aumentar y permanecer sin resolver por más tiempo.
Un Camino a Seguir: Tecnología y Visibilidad en Tiempo Real
Abordar estos desafíos requiere colaboración y soluciones innovadoras. Al fomentar la visibilidad en tiempo real y la comunicación abierta entre los participantes de la cadena de suministro, podemos trabajar para cerrar las brechas que a menudo conducen a lapsos en la responsabilidad. En DiMuto, creemos que integrar tecnología puede simplificar este proceso, permitiendo un intercambio de datos fluido entre productores, proveedores y minoristas. Esto no solo ayuda a cumplir con los requisitos de la FSMA, sino que también mejora la seguridad y calidad de nuestros alimentos. Las soluciones digitales, como las que hemos desarrollado, tienen el poder de hacer que el cumplimiento sea no solo alcanzable, sino fluido.
La Seguridad Alimentaria como Catalizador de la Sostenibilidad
Si bien la seguridad alimentaria suele verse desde la perspectiva del cumplimiento, hay una imagen más amplia aquí. Abordar la seguridad alimentaria también puede impulsar prácticas más sostenibles. Cuanto más transparente y responsable se vuelve la cadena de suministro, mejor posicionados estamos para reducir el desperdicio, optimizar recursos y crear un sistema alimentario más sostenible. Es una situación en la que todos ganan.
Esto es algo que me apasiona especialmente. A medida que avanzamos hacia mejores estándares de seguridad alimentaria, también estamos construyendo una base para un futuro más sostenible, donde el cumplimiento y la sostenibilidad vayan de la mano.
El Camino por Delante: Colaboración y Conexión
De izquierda a derecha: Ruben Tapia, Director de Desarrollo Corporativo de LATAM, y Miguel Giraldo, Director de Operaciones de LATAM
Estoy entusiasmado con las oportunidades que se presentan para relacionarnos con líderes de la industria que comparten esta visión. Eventos como el próximo SWIPE y FEINJAL brindan plataformas para conectarse con otros que están igualmente enfocados en transformar la forma en que abordamos la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. En el reciente IFPA Global Show, fue evidente que la conversación está cambiando. Más personas están empezando a ver el cumplimiento no como una carga, sino como una oportunidad para innovar y construir cadenas de suministro más sólidas y resilientes.
El camino por delante está lleno de desafíos, pero también está lleno de promesas. En DiMuto, estamos comprometidos a ser parte de este viaje transformador, aprovechando nuestras soluciones para fomentar la colaboración y promover el cambio necesario para un sistema alimentario más seguro y sostenible para todos. Al trabajar juntos, podemos crear una industria alimentaria que no solo cumpla con las crecientes demandas de seguridad y transparencia, sino que también apoye un futuro más sostenible y responsable.